sábado, 5 de enero de 2008

Leyenda de Traición

Suena a título de culebrón mexicano, pero es más o menos lo que un señor de apellido Lawrence (y que por todo crédito tiene la fallida 'Constantine' en su CV) le ha hecho a ese hermoso tratado sobre la soledad humana que escribió Richard Matheson con el título de ‘Soy Leyenda’. Igual, aunque parezca contradictorio decirlo por lo que viene a continuación, la película se deja ver por la más que buena actuación de Will Smith. Incluso puede invitar a la lectura. Ahora:

* La película de Lawrence trata de un Rambo en pos de una carnicería en un mundo de vampiros.
* La novela de Matheson trata de los mecanismos psicológicos que un hombre debe implementar para sobrevivir a una situación extrema.
* La película de Lawrence necesita la espectacularidad de una Nueva York derruida. Calca escenas del ‘Extermino’ de Boyle, acaso un tono del ‘Amanecer de los Muertos’ de Romero e incluso se anima a hacer un guiño a la relación de Tom Hanks con la pelota Wilson en ‘El Náufrago’, aunque cambie al balón por un perro.
* La novela de Matheson hurga en la soledad para que brote el horror. Los vampiros no son monstruos totales, no han acabado de perder su humanidad, sus rasgos de vecinos de suburbio son aún reconocibles. El tánatos no está restringido a las calles nocturnas, de hecho, ingresa al refugio de Neville en forma de angustia; ahí el último humano debe aguardar el fin de la oscuridad subiendo el volumen del tocadiscos y arrojándose al alcohol con la urgencia de un personaje de Lowry. Sus rutinas no poseen coartada científica ni militar, y por lo tanto son más verosímiles: el hombre intenta pero se equivoca, falla pero insiste, casi lo logra pero recae...
* La película de Lawrence requiere personajes accesorios para perpetrar un final alambicado.
* En la novela de Matheson él es su propio antagonista, con quien deberá librar lo que Nacho Vegas define como la guerra más cruel, “la de uno contra uno mismo”.
* En la película de Lawrence alguien quiere salvar el mundo y se vuelve leyenda por ello.
* En la novela de Matheson la gesta cotidiana queda diluida en la certeza de que si acaso alguien lo recuerde, será como predador caído, no como presa.

La cita:

"Ellos le veían como un monstruo terrible y desconocido, de una malignidad más odiosa aún que la de la plaga. Un espectro invisible que como prueba de su existencia sembraba el suelo con los cadáveres desangrados de sus seres queridos. Y Neville los comprendió, y dejó de odiarlos..."

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3 comentarios:

Blogger Armando Chang ha dicho...

Un link interesante:

http://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=975582

7 de enero de 2008, 16:32  
Blogger Daniel Salvo ha dicho...

Uno se pregunta qué esperan las librerías para traer la novela, recientemente reeditada por Minotauro.

18 de enero de 2008, 14:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La novela debe conseguirse en Quilca, me parece hbaerla visto ahí.

4 de febrero de 2008, 17:10  

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