domingo, 20 de enero de 2008

El Mundo según Barnes


Me está pasando con Julian Barnes lo que a Desmond con Dickens: hay una novela de él que he decidido no leer y que de alguna forma llevo siempre conmigo para no enfrentarme al hecho insoportable de haber acabado sus obras completas. No es que esto signifique un menosprecio por la relectura, en absoluto, pero parafraseando a cierto filólogo aficionado al Quijote se podría decir que envidio a quienes no lo han leído pues aún les queda el disfrute del primer asombro.

La novela que tengo pero no leo es ‘Arthur & George’ (a cambio, les propongo la magnífica biografía de Conan Doyle realizada por el maestro del policial, John Dickson Carr, un estupendo paliativo).

La novela que quiero recomendar es ‘Una historia del mundo en diez capítulos y medio’.

Aunque todavía se discute en la academia si es una novela, un conjunto de relatos o un ensayo con coartada ficcional, podemos decir, sin mucha astucia, que nos amparamos en el título: una visión del mundo (o de la humanidad) por entregas. La confusión se genera porque esta visión es cerrada (en el sentido de cíclica, completa, la que se espera de una novela total), aunque la técnica que utiliza esté más cerca de la fragmentación, de la construcción a trazos, de la ambigüedad ficcional, de la utilización indistinta de géneros, etc. Hay, por tanto, mucha intertextualidad, motivos reiterados, obsesiones comunes, personajes emparentados no por sus coincidencias ideológicas o biográficas, sino porque sus acciones parecen motivadas por una misma dinámica de lo humano, aunque no haya entre ellos continuidad cronológica ni espacial (algunos ni siquiera son homínidos).

A pesar de que todo esto suene pretencioso, la ejecución es impecable. A la distancia propia de la mirada inglesa (¡es un hijo de Oxford, signifique eso lo que signifique!) y su plausible francofilia (imperdibles ‘El Loro de Flaubert’ y ‘Al Otro Lado del Canal’), Barnes añade a su escritura la rara virtud de la claridad: en el humor, el drama, la exposición teórica y el vuelo imaginativo. [Y, sobre todo, en cómo se ocupa del amor, lo mejor que se ha escrito sobre este lugar común, el medio capítulo precisamente, conmovedora reflexión de una belleza y sabiduría paralizantes].

No pretendo agotar todos los aspectos de esta obra, ni como se relacionan, pues eso requeriría una tesis de doctorado. Sólo apuntar que Barnes ha logrado abarcar un amplio espectro de medias emociones y sagas monumentales (por su grandeza pretendida o su insignificancia real), que aseguran al lector un fresco vivo de la humanidad repleto de ideas, conocimiento, imaginación y humor. Es, por si fuera poco, un libro muy entretenido. Y por eso, sin duda, es el que más he regalado.

La cita:

“Porque la cuestión es ésta: no que el mito nos remita a algún suceso original que ha sido transcrito fantásticamente a medida que pasaba por la memoria colectiva; sino que nos remite al futuro, a algo que sucederá, que tiene que suceder. El mito se convertirá en realidad, por muy escépticos que seamos”.

Etiquetas: , ,

6 comentarios:

Blogger Armando Chang ha dicho...

Ahora que leo la cita, me doy cuenta de que bien podría servir como sustento teórico para la serie Heroes.

20 de enero de 2008, 17:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hay una cita de este libro que me gusta más, porque hace que uno recuerde a quien siempre quiere tener al lado: "la forma en que abrazas en la oscuridad determina la forma en que ves la historia del mundo".

21 de enero de 2008, 16:45  
Blogger paul guillen ha dicho...

estimado armando paso por aqui por recomendacion de jorge, un amigo en comun, me gusta la manera en que manejas la prosa tal vez te animes en hacer una novela, conjunto de relatos o ensayo con coartada ficcional, un abrazo, y estare al tanto de esta luz

21 de enero de 2008, 21:36  
Blogger Armando Chang ha dicho...

El anónimo tiene razón, esa es la cita a la que hago referencia en en el medio capítulo y que originalmente aparecía en la columna derecha de este blog, pero mi impericia técnica se ha encargado de borrarla.

Estimado Paul: gracias por tus generosas palabras.

22 de enero de 2008, 4:53  
Blogger Camilia Laforet ha dicho...

Interesante versión del mito como una casi profecía.

29 de enero de 2008, 15:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La cita que destacas es una de mis favoritas del libro. He leído también "Hablando del Asunto", premio Fémina a la mejor novela extranjera publicada en Francia, y fluye tan bien y tan divertidamente... sórdido... Sin duda Barnes es toda una veta por descubrir para muchos amantes de la lectura, es una pena que no tenga mucha difusión por aquí y, por ello mismo, un acierto tu post. Memoria en mano, destacaría una frase que me encantó del libro, "la despreocupada aceptación de las cosas heredadas"....

15 de febrero de 2008, 17:18  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio